América Latina tiene un tercio de todas las muertes de Covid-19 y ha sufrido más agudamente por el virus que cualquier otra región del mundo.
¿Por qué le ha ido tan mal?
En América Latina, la debilidad de los sistemas de salud y el hacinamiento en las ciudades hicieron que la región fuera intrínsecamente vulnerable al coronavirus. Pero el Presidente Trump y el Presidente Jair Bolsonaro de Brasil, con su desprecio por la ciencia y su feroz oposición a los gobiernos de izquierda, empeoraron la mala situación al desmantelar las defensas de la región.
El Sr. Trump y el Sr. Bolsonaro expulsaron a 10,000 médicos y enfermeros cubanos de las zonas empobrecidas de Brasil, Ecuador, Bolivia y El Salvador. Muchos se fueron sin ser reemplazados sólo meses antes de que llegara la pandemia.
Los dos presidentes atacaron a la agencia internacional más capaz de combatir el virus – la Organización Panamericana de la Salud – citando su participación en el programa médico cubano. Con la ayuda del Sr. Bolsonaro, el Sr. Trump estuvo a punto de llevar a la agencia a la bancarrota al retener los fondos prometidos en el momento más álgido del brote.
Y con la ayuda del Sr. Trump, el Sr. Bolsonaro hizo de la hidroxicloroquina la pieza central de la respuesta a la pandemia de Brasil, a pesar del consenso médico de que la droga era ineficaz e incluso peligrosa.