Cuando una relación amorosa termina, es doloroso; sin embargo, tú decides si te quedas dándole vueltas al dolor o continúas tu camino y lo tomas como una lección de vida.
Al terminar la relación, es conveniente que te quedes con lo bueno que viviste a su lado y luego aprende a soltar para que algo mejor llegue a tu vida. Además, debes de tener en cuenta que:
No es cierto que todos los hombres son iguales
Nunca debes de creer que, porque este hombre te falló, todos lo harán. Primero hay que sanar las heridas para volver a creer en el amor que tarde o temprano llegará a ti.
Una relación está formada por dos personas
Para que una relación amorosa fluya y sea exitosa, ambos deben estar dispuestos a entregar todo para que las cosas marchen por buen camino. Si eso solo lo hace uno de los dos, no funcionará, aunque entregue lo mejor de sí.
La vida sigue
Terminar una relación no es el fin del mundo. Es una etapa que se vive y debes de entender que la vida sigue y que te volverás a enamorar.
Amor propio
Primero que todo debes amarte y valorarte para que te amen con la misma intensidad; además, cuando tienes amor propio sabes que tu felicidad depende de ti y no de alguien más.