En una investigación realizada por la Escuela Politécnica Federal de Lausana, descubrieron que especies de ARN llamadas TERRA se ubican en la punta de los cromosomas, y ayudan a prevenir el acortamiento de los telómeros y el envejecimiento celular prematuro.

Los telómeros se agrupan para proteger los extremos de los cromosomas, pero cuando las células se dividen, los telómeros se acortan y la protección que deberían darle a las células se vuelve deficiente.  Cuando los telómeros empiezan a tener mal funcionamiento, comienza el envejecimiento celular y aparecen las enfermedades que llegan con la edad, incluido el cáncer.

TERRA pertenece a una clase de moléculas llamadas ARN no codificantes, que no se traducen en proteínas, sino que funciona como componentes estructurales de los cromosomas.  TERRA se ubica en los extremos de los cromosomas, lo que indica que los telómeros deben alargarse o repararse.

En otros estudios se demostró que una cuando TERRA llega a la punta de los cromosomas, varias proteínas regulan la asociación con los telómeros.  Una de esas proteínas es la llamada RAD51, la cual juega un papel muy importante.

También se encontró que los telómeros cortos reclutan TERRA de manera más eficiente que los telómeros largos.  La hipótesis al respecto es que cuando los telómeros se acortan demasiado, por el daño del ADN o porque la célula se ha dividido muchas veces, reclutan moléculas TERRA.

La función de los descubrimientos de las células contra el envejecimiento es que el reclutamiento está mediado por RAD51, que también promueve el alargamiento y reparación de los telómeros.  TERRA y RAD51 ayudan a prevenir la pérdida accidental o el acortamiento de los telómeros.