Entre 56,7 y 74,3 millones de adultos estadounidenses en mayor riesgo vivían con o eran ellos mismos trabajadores esenciales que no podían trabajar desde casa, dijeron en la carta investigadores del Centro de Financiamiento, Acceso y Tendencias de Costos de la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención Médica en Rockville, Maryland.
“Los responsables de las políticas que buscan tomar decisiones eficientes y equitativas sobre la reapertura de la economía y sobre la distribución de vacunas deben considerar los riesgos de salud no sólo de los trabajadores, sino también de aquellos con los que viven”, dijeron los autores.
La investigación tiene algunas limitaciones, entre ellas que los datos pre-pandémicos no reflejan los niveles actuales de empleo, las tasas de infección locales o los cambios en la capacidad de las personas para trabajar desde el hogar. Los factores de riesgo fueron autoinformados por los participantes en el estudio MEPS, lo que significa que probablemente hubo una subestimación del riesgo.