El Reino Unido prohibirá la venta de automóviles nuevos que funcionen únicamente con combustibles fósiles en 2030, medida que tiene por objeto eliminar gradualmente los vehículos contaminantes y apoyar la recuperación del país de la pandemia.
El gobierno del Reino Unido dijo en un comunicado el miércoles que terminaría con la venta de nuevos coches y furgonetas de gasolina y diesel cinco años antes de lo previsto, poniéndose en camino para ser el primer país del G7 en descarbonizar el transporte por carretera. Se permitirá que la venta de nuevos vehículos híbridos continúe hasta el 2035.
La prohibición forma parte de un plan más amplio de “revolución industrial verde” anunciado por el Primer Ministro Boris Johnson que incluye 12,000 millones de libras esterlinas (16,000 millones de dólares) en inversiones gubernamentales. El gobierno espera que el sector privado contribuya con más del triple de esa cantidad.
“Aunque este año ha tomado un camino muy diferente al que esperábamos, el Reino Unido está mirando al futuro y aprovechando la oportunidad de volver a construir más verde”, dijo Johnson en una declaración. “La recuperación de nuestro planeta y de nuestras economías puede y debe ir de la mano”.
Para acelerar las ventas de vehículos más limpios, el gobierno gastará 1,300 millones de libras esterlinas (1,700 millones de dólares) en puntos de recarga para vehículos eléctricos, y casi 500 millones de libras esterlinas (664 millones de dólares) para desarrollar y producir baterías para coches eléctricos. Unos 582 millones de libras esterlinas (773 millones de dólares) en subsidios harán que los vehículos de emisiones cero y ultra-bajas sean más baratos para que la gente los compre.
