Actualmente la mayoría de las personas están interesadas en perder peso, pero también hay personas con bajo peso y con dificultades para ganarlo.
Pensar en aumentar de peso no se debe hacer por la vía rápida, es decir, incluyendo en la dieta alimentos ricos en carbohidratos y azúcares, como el arroz blanco, los panes, la papa, el chocolate, etc.
Se dice que una persona tiene bajo peso cuando su Índice de Masa Corporal (IMC) está por debajo de 18.5, pero, también deben de tomarse pruebas clínicas para descartar alguna enfermedad que ocasione esta baja de peso o si presenta desnutrición por déficit de nutrientes.
¿Cuáles son las causas del bajo peso?
Dentro de las causas está la actividad física intensiva, falta de apetito causada por alguna enfermedad, los tratamientos para el cáncer y hasta problemas psicológicos como la depresión o el estrés.
¿Qué consecuencias trae el tener bajo peso?
Estas personas pueden tener más riesgo de tener anemia, baja densidad ósea, debilidad muscular, debilidad en las encías, retraso en el crecimiento, disminución en la respuesta del sistema inmune y hasta caída de cabello.
Las consecuencias del bajo peso mencionadas, no le ocurre a las personas sanas, que simplemente tienen bajos depósitos grasa, pero no presentan déficit de nutrientes.
Cuando se diagnostica el bajo peso, se debe consultar a un dietista nutricionista para una valoración y que establezca una dieta adecuada para ganar peso.
El plan dietético estipulado sirve para ganar peso a partir de masa muscular y ósea; así se mejoran también los malos hábitos alimentarios y se evitan factores de riesgo como la diabetes.
Se recomienda comer además de las 3 comidas principales, bocadillos a media mañana y a media tarde.
En la dieta se deben de incluir frutos secos, frutas desecadas, aguacate, quesos, aceite de oliva y barras de cereal bajas en azúcar. Se deben evitar los alimentos procesados, la comida rápida, los refrescos y los fritos, ya que la idea es aumentar las calorías diarias, pero con los alimentos adecuados.