Mientras la pandemia de coronavirus continúa, los oficiales de transporte de todo el mundo han estado buscando formas de mantener a los pasajeros y la tripulación a salvo a bordo de los aviones.
El 25 de noviembre, la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) publicó nuevas directrices para la industria aérea del país.
El documento, titulado Directrices técnicas para la prevención y el control de epidemias para las aerolíneas, sexta edición, contiene consejos sobre las mejores prácticas de higiene que se deben llevar a cabo en las aeronaves y en los aeropuertos.
Pero una de esas sugerencias – que el personal, como las azafatas de vuelo, usen pañales desechables para no tener que usar el baño – ha levantado algunas cejas.
Una sección dice: “Se recomienda a los tripulantes de cabina que lleven pañales desechables y eviten utilizar los lavabos, salvo en circunstancias especiales, para evitar riesgos de infección”.
Aunque este consejo puede parecer dramático, no es un secreto que los lavabos pueden ser el lugar más contaminante en un avión. En agosto, una mujer que viajaba de Italia a Corea del Sur contrajo coronavirus durante su viaje en una visita al baño – el único lugar donde no usó su máscara N95 – fue nombrado como la posible fuente de su infección.
El diseño del baño de los aviones ya era un tema candente antes del Covid-19, pero la pandemia ha concentrado los esfuerzos para encontrar nuevas soluciones.
La aerolínea japonesa ANA anunció a principios de este año que estaba probando un prototipo de una nueva puerta de baño con manos libres. Mientras tanto, Boeing solicitó con éxito una patente para un “lavabo autolimpiante” que usaría la luz UV para limpiar el 99.9% de los gérmenes del baño después de cada uso.