Alemania entrará en un “duro” encierro nacional, a partir de la próxima semana y hasta el periodo navideño, dijo el domingo la canciller alemana Angela Merkel, tras acordar medidas más estrictas con los gobiernos estatales para frenar ola de casos de coronavirus.

A partir del próximo miércoles, todas las tiendas, servicios y escuelas no esenciales cerrarán hasta el 10 de enero, y las reuniones del día de Navidad se reducirán de 10 personas a sólo cinco personas de dos hogares diferentes.

Esta semana, Merkel hizo un apasionado llamamiento a los alemanes para que limiten sus contactos sociales antes de las fiestas: a pesar del respetado sistema sanitario del país y del temprano éxito en la contención del virus, un reciente cierre parcial no ha logrado detener la segunda ola. Alemania informó de un récord de muertes diarias el viernes, con 598 muertes contadas en un lapso de 24 horas.

Las nuevas medidas apuntan a las festividades tradicionales: Los servicios de la iglesia de Navidad estarán sujetos a registro previo, no se permitirá cantar, se prohibirá el alcohol en todos los espacios públicos y se cancelará el espectáculo anual de fuegos artificiales de Nochevieja. Algunos estados también están aplicando medidas adicionales, como Baviera, que tendrá un toque de queda a las 21 horas.