La mala noticia es que una nueva cepa del coronavirus que corre por Inglaterra parece ser más infecciosa que la original. La buena noticia es que no parece hacer que la gente se enferme más.

La mejor noticia podría ser que los fabricantes de vacunas tienen en cuenta las mutaciones de forma rutinaria. Las vacunas contra la gripe estacional, por ejemplo, incluyen una variedad de cepas virales que ya están en circulación y permiten algunas que podrían desarrollarse más tarde.

Melissa Nolan, experta en enfermedades infecciosas y profesora de la Universidad de Carolina del Sur, dijo que los diseñadores de la vacuna contra el coronavirus esperaban que el virus mutara y han incluido varias predicciones de cepas virales.

“Se esperan estos cambios en la composición viral”, dijo Nolan. “Por el momento no hemos visto ningún cambio genético dramático que nos preocupe”.

La nueva cepa, aún no detectada en los EE.UU., está llamando la atención al igual que las vacunas que se están extendiendo por todo el mundo. Los trabajadores de la salud estadounidenses comenzaron a vacunarse con el producto de Pfizer hace una semana. Esta semana, la vacuna de Moderna estará disponible. El presidente electo Joe Biden fue vacunado el lunes.

Las vacunas son consideradas cruciales para aplastar la pandemia que ahora ruge virtualmente sin parar en la mayor parte del mundo. Ninguna nación está luchando más que los EE.UU., donde cada día trae otras 200,000 infecciones – y a menudo más de 2,000 muertes.