Los resultados de la encuesta de Kyodo muestran un endurecimiento de la oposición a las Olimpiadas entre el público japonés, a pesar de las repetidas afirmaciones de los organizadores, el COI y los funcionarios del gobierno de que será posible acoger unos Juegos “Covid- seguros” según los planes que se darán a conocer en la primavera.

Pero con el despliegue de la vacuna en Japón que se espera que comience varios meses después que, en los EE.UU., Gran Bretaña y otros países europeos, están creciendo las dudas sobre la conveniencia de permitir que 11,000 atletas, así como un gran número de funcionarios y otro personal relacionado con los Juegos entren en Japón. No se ha tomado ninguna decisión sobre la admisión de los aficionados a los deportes en el extranjero.

La preocupación por la posibilidad de que los Juegos tengan que ser cancelados se ha extendido al propio comité organizador, según el Asahi Shimbun.

“Los Juegos Olímpicos de Tokio podrían ser cancelados si el estado de emergencia no se levanta para marzo”, dijo un funcionario de Tokio 2020 al periódico. Otro funcionario relacionado con las Olimpiadas citó la dificultad de ganarse al público cuando los trabajadores médicos están luchando para hacer frente a la afluencia de pacientes Covid en la capital.

La línea oficial del COI es que los Juegos se llevarán a cabo según lo planeado, pero la semana pasada, el miembro más antiguo de la organización, Dick Pound, dijo que no estaba seguro de las perspectivas de Tokio 2020. “No puedo estar seguro porque el elefante que está en la sala sería el aumento del virus”, dijo Pound a la BBC.

El sábado se registró el cuarto número más alto de nuevos casos de Covid-19 en los EE.UU. en un solo día, según datos de la universidad.