Para muchos republicanos del Senado, incluyendo al líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell, no hay duda en sus mentes: El Presidente Donald Trump cometió delitos incriminatorios.
Pero conseguir que McConnell y al menos otros 16 republicanos condenen a Trump después de que haya dejado el cargo es otra cuestión totalmente distinta.
“No hay amor perdido en la Conferencia Republicana del Senado por Trump”, dijo una fuente republicana familiarizada con las discusiones internas. “Todo el mundo está listo para que esto termine. Pero hay una pregunta abierta sobre cuánta gente votará para condenarlo después de que su mandato haya expirado.”
Varias fuentes republicanas dijeron que muchos republicanos están divididos sobre si las acciones de Trump justifican el paso sin precedentes de prohibirle volver a servir en el cargo después de que deje la Casa Blanca la próxima semana.
Los republicanos dicen que en última instancia dependerá de una combinación de factores – el caso construido por los administradores de la Cámara de Representantes, si sale nueva información sobre Trump y el mortal disturbio en el Capitolio y si las emociones siguen siendo crudas cuando llegue el momento de votar – para determinar si los republicanos romperán filas y terminarán la carrera política de Trump para siempre.