Las relaciones entre suegra y nuera no siempre son tensas y desagradables. Si un hombre puede darle el lugar que corresponde a cada una, no hay motivo para que surjan conflictos ni celos.
La teoría de que todos los hombres son iguales, definitivamente no es cierta, ya que muchos hombres aprendieron de su madre a valorar, amar y tratar a una mujer; por esta razón muchas mujeres pueden decir “gracias a mi suegra por criar al hombre increíble que es su hijo”.
A pesar de las diferencias que se presentan en una relación, ya sea por diferencia de culturas, edades, tradiciones, costumbres, una suegra sensata nunca ve a su nuera como una amenaza o una intrusa en su familia, que sólo vino a “robarle” a su hijo; al contrario, este tipo de suegra trata a su nuera como una hija más formando así una familia feliz.
Cuando un hombre sabe cómo tratar a una mujer, está demostrando que fue educado por una madre inteligente y nada egoísta; este tipo de hombre es respetuoso, amoroso, fuerte, con carácter, templanza y afronta los problemas que se presenten en la vida. Ese es el tipo de hombre que la sociedad requiere.