Hoy en día las relaciones de pareja duran cada vez menos y cuando se casan lo hacen pensando en que tienen la alternativa del divorcio.
Existe una especie de negociación entre los miembros de la pareja donde se dice “Yo doy lo que tú me des y actúo como tú actúes”.
Pero, el amor no es un 50-50, es un 100-100, todo o nada, porque no se vale un amor a medias tintas, mirando y juzgando cada error y cada falla del otro, para echárselo en cara y hasta comportarse de la misma manera, sin tener en cuenta que el amor es una totalidad y que cuando te comprometes con alguien para compartir la vida debe darse todo al 100 %.
Puedes sentir miedo de enamorarte porque en otras relaciones saliste lastimado y no quieres volver a pasar por lo mismo; sin embargo, lo intentas y entablas una nueva relación, pero siempre limitando lo que entregas y no te abres por completo.
Las relaciones actuales se rigen como con un contrato, donde los socios solo están dispuestos a entregar lo que el otro entregue, si la otra parte hace algo mal, tú también lo harás cuando tengas la oportunidad; definitivamente es una idea muy equivocada de lo que significa el amor de verdad.
Cuando dos personas deciden tener una relación amorosa, es porque están dispuestos a dar el 100 %, además de trabajar para que el amor se fortalezca.
La relación 100-100 es ideal porque cuidan el uno del otro, tienen claro que son una pareja y saben que deben estar dispuestos a poner todo de su parte, alimentando ese amor para que perdure, ya que son conscientes que una relación 50-50 no prosperará.