El gobierno de Biden ha prometido que las empresas farmacéuticas fabricarán suficientes vacunas para inmunizar a 300 millones de estadounidenses a finales del verano.
Pero llevar la vacuna de la fábrica a los brazos de la gente ha sido todo menos fácil. De los 47.2 millones de dosis enviadas a los estados y a las residencias de ancianos, se han administrado 24.6 millones de dosis, según informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Andy Slavitt, asesor principal del Equipo de Respuesta a COVID-19 de la Casa Blanca, dijo que se están haciendo arreglos.
El gobierno federal enviará 10 millones de dosis por semana a los estados durante las próximas tres semanas, dijo, permitiéndoles planificar la distribución.
“Sabemos que hay lugares en el país sin suficientes vacunas y, al mismo tiempo, hay lugares con vacunas que aún no están utilizando”, dijo Slavitt. “Este es un reto natural al que se enfrentan los estados”.
Hasta el miércoles, estos 16 estados habían utilizado menos de la mitad de las dosis de vacunas que se les enviaron, según el rastreador de vacunas de los CDC: Alabama, Wisconsin, Kansas, Hawai, Arizona, Pennsylvania, California, Maryland, Minnesota, Idaho, Missouri, Mississippi, Illinois, Massachusetts, Nebraska y Ohio.
