Tesla obtuvo su primer año completo de ingresos netos en 2020, pero no gracias a las ventas a sus clientes.

Once estados exigen que los fabricantes de automóviles vendan un determinado porcentaje de vehículos de cero emisiones para 2025. Si no pueden, los fabricantes de automóviles tienen que comprar créditos reglamentarios a otro fabricante que cumpla esos requisitos, como Tesla, que vende exclusivamente coches eléctricos.

Es un negocio lucrativo para Tesla, que ha ingresado 3,300 millones de dólares en los últimos cinco años, casi la mitad de ellos sólo en 2020. Los 1,600 millones de dólares en créditos regulatorios que recibió el año pasado superaron con creces los ingresos netos de Tesla, que fueron de 721 millones de dólares, lo que significa que, de otro modo, Tesla habría registrado una pérdida neta en 2020.

“Estos tipos están perdiendo dinero vendiendo coches. Están ganando dinero vendiendo créditos. Y los créditos van a desaparecer”, dijo Gordon Johnson de GLJ Research.

Los principales ejecutivos de Tesla admiten que la empresa no puede contar con que esa fuente de efectivo continúe.

“Este es siempre un área que es extremadamente difícil de pronosticar para nosotros”, dijo el director financiero de Tesla, Zachary Kirkhorn. “A largo plazo, las ventas de créditos regulados no serán una parte material del negocio, y no planificamos el negocio en torno a eso. Es posible que durante un puñado de trimestres adicionales siga siendo fuerte. También es posible que no lo sea”.