Normalmente, en esta época del año, cientos de millones de chinos estarían abarrotando las carreteras, los trenes y los aviones en viajes a casa para celebrar el Año Nuevo Lunar con su familia.
Pero este año, la mayor migración humana anual de la Tierra ha quedado en suspenso, tras el llamamiento del gobierno chino a evitar los viajes “no esenciales” durante el periodo festivo para prevenir un resurgimiento del coronavirus.
El Año Nuevo Lunar, también conocido como Fiesta de la Primavera en China, es la festividad más importante del calendario chino, el equivalente a Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo juntos.
Para muchos chinos que abandonaron sus pueblos natales en busca de mejores oportunidades de trabajo en las grandes ciudades, es la única oportunidad que tienen de ver a sus familias este año. Los padres que dejaron a sus hijos en las aldeas para poder trabajar pueden enfrentarse a otros 12 meses sin ellos.