Una investigación publicada el miércoles ha mostrado un descenso significativo de las emisiones de una sustancia química prohibida que agota la capa de ozono después de que China tomara medidas drásticas contra su producción ilegal. Como resultado de este descenso, se ha reanudado la recuperación de la capa de ozono.
La capa de ozono es el escudo mundial contra la radiación ultravioleta, que se sabe que causa cáncer de piel. Se ha visto considerablemente dañada por productos químicos peligrosos fabricados por el hombre, entre ellos los conocidos como CFC.
Dos estudios publicados el miércoles en Nature y realizados principalmente por científicos del MIT, en Estados Unidos, y de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, muestran que, tras un preocupante repunte en los últimos años, las emisiones de uno de estos gases dañinos para la capa de ozono, el CFC-11, han vuelto a estar en niveles mucho más bajos.