A lo largo de su carrera, Tim Sweeney no ha tenido miedo de enfrentarse a los gigantes de la industria tecnológica.
El consejero delegado y fundador de Epic Games ha sabido elegir las batallas adecuadas y, al mismo tiempo, apuntalar la independencia de su empresa. Fortnite, el exitoso juego de batalla de la compañía, ha superado recientemente los 15 millones de jugadores simultáneos y ha generado un universo. Epic desafió a las plataformas establecidas lanzando su propia tienda digital de videojuegos. Y la multimillonaria empresa desarrolló el motor Unreal, un software propio para crear sus propios videojuegos que licencia a otros desarrolladores y animadores.
Ahora Sweeney, de 50 años, se ha embarcado en la mayor batalla de los 30 años de historia de su empresa: Epic está demandando a Apple y Google en un desafío legal que podría rehacer el futuro de la economía digital.