Brian Caswell, propietario de Wolkar Drug en Baxter Springs (Kansas), está deseando que su farmacia independiente colabore en la implantación de la vacuna COVID-19.

Compró un congelador especialmente equipado para el almacenamiento, certificó a empleados adicionales para administrar las vacunas y compró un software de programación para prepararse para el impulso.

“Todo el mundo se puso en marcha para hacer todo lo que los CDC pidieron”, dijo. “Lo único que no pudimos conseguir fueron las vacunas”.

Los gigantes de la farmacia CVS y Walgreens y las grandes tiendas como Walmart y Kroger obtuvieron la mayoría de las vacunas de la asignación inicial dedicada a las farmacias minoristas, dijeron los farmacéuticos independientes.

Las farmacias comunitarias, argumentaron, pueden desempeñar un papel fundamental en la distribución de las vacunas COVID-19, por lo que se sienten frustradas por no recibir tantas vacunas en proporción como las que reciben las grandes cadenas por parte de los gobiernos federal, estatal y local. Afirman que las relaciones personales con sus clientes son cruciales para el éxito de la distribución de las vacunas, y rechazan la sugerencia de que no disponen de la tecnología necesaria para gestionar el proceso de programación.

Si se deja de lado a las farmacias locales, se corre el riesgo de impedir que los estadounidenses de las comunidades de bajos ingresos y las personas de color se vacunen rápidamente, ya que es más probable que las farmacias comunitarias estén ubicadas en lo que el gobierno federal considera zonas socialmente vulnerables, dijeron los farmacéuticos independientes.