El gobierno de Biden se está preparando para imponer sanciones a Rusia por el envenenamiento y encarcelamiento del líder opositor ruso Alexey Navalny, según informan dos funcionarios del gobierno.

El despliegue de las sanciones se hará en coordinación con la Unión Europea, dijeron los funcionarios. Las medidas y el calendario exacto serán concretados por funcionarios estadounidenses y de la UE.

Estas sanciones serían los primeros costes impuestos a Rusia por la administración Biden y marcarán el tono de su política hacia Moscú en el futuro. Supondrían un claro alejamiento del enfoque de la administración Trump, que se negó a imponer sanciones por el envenenamiento y evitó enfrentarse directamente a Rusia por sus nefastas acciones.

El gobierno de Biden busca enviar un “fuerte mensaje” sobre los derechos humanos y la importancia de actuar junto a los aliados con estas sanciones, y hay planes para abordar un conjunto más amplio de desafíos planteados por Rusia en las próximas semanas, dijeron los funcionarios.

Una de las opciones que se barajan es una orden ejecutiva centrada en Rusia que activaría las sanciones al país por los múltiples ataques a la democracia y al personal estadounidense -incluyendo el hackeo de SolarWinds y las recompensas puestas a los soldados estadounidenses en Afganistán- en un solo paquete, explicó un funcionario.