La constelación familiar consiste en un trabajo de grupo, que cuenta con un facilitador. Durante la reunión, el consultante plantea una pregunta o necesidad y el facilitador indica qué personas hacen falta para abordar la cuestión. Los representantes deben expresar lo que sienten, ya sea una emoción, una sensación corporal o un impulso.
A través de este trabajo, se pueden hacer visibles las causas de muchos conflictos no resueltos, además, permite a las personas liberarse, ampliar su perspectiva, reconciliarse, aceptar la realidad y asumir su responsabilidad.
Hay que tener en cuenta que la constelación familiar requiere de compromiso y responsabilidad de quien decide atravesarla y resolver una situación particular de su vida.
¿Cuándo se aconseja hacer una constelación familiar?
• Cuando hay dificultad en los vínculos familiares que provocan problemas emocionales, físicos o mentales.
• En el trabajo, cuando se presentan relaciones difíciles con los jefes o compañeros.
• Cuando hay problemas de pareja, o separaciones conflictivas, como son los abusos sexuales, adopciones y abortos.
• En el caso que se esté padeciendo una enfermedad grave o crónica, adicciones o trastornos alimenticios.
• Cuando en la familia han sufrido varias veces experiencias infortunadas, como son las muertes trágicas, suicidio, duelos, etc.
Esta es una terapia liberadora y sanadora, porque permite reconciliarse con la propia historia familiar e individual, y así poder rehacer los vínculos y poder sanarse uno mismo.