A medida que las dosis de vacunas estén cada vez más disponibles, la indecisión se convertirá en un obstáculo importante para que las vacunas lleguen a más brazos. Los reticentes a vacunarse representan una parte nada despreciable de la población. Casi uno de cada dos hombres republicanos, y el 47% de los partidarios de Donald Trump en 2020, dijeron recientemente a los encuestadores de NPR-PBS NewsHour-Marist que optarían por no vacunarse contra el coronavirus.

El principal experto en enfermedades infecciosas del país, Anthony S. Fauci, calificó los resultados de la encuesta de “preocupantes”. Sugirió que el ex presidente Trump debería aprovechar su popularidad entre los republicanos para fomentar la vacunación.

Pero incluso un anuncio pro-vacunas protagonizado por Trump puede no ser tan influyente como parece. Esa es una de las conclusiones de un grupo de discusión de votantes de Trump reticentes a las vacunas que dijeron que no se dejarían influir por los llamamientos políticos. Si buscan información de políticos conservadores, deberían buscar en otro lugar que no sea el senador Ron Johnson (republicano de Wisconsin), que cree erróneamente que tener covid-19 es superior a la vacuna. No lo es. Una infección previa no es razón para evitar la vacuna.

No es de extrañar que la desinformación sobre las vacunas prospere en las redes sociales. Pero un estudio de Facebook sobre ese problema, contenía algunos elementos notables: Por ejemplo, la mitad de todo el contenido sobre vacunas provenía de sólo 111 usuarios de Facebook.