Los países de Europa están suspendiendo el uso de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, alegando que actúan por precaución, pero los científicos estadounidenses afirman que se trata de una medida irresponsable que pone en peligro el esfuerzo mundial de vacunación y la oportunidad de acabar con la pandemia.

“Si bien es fácil asustar a la gente, es muy difícil desanimarla”, dijo el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas y especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia.

Retirar la vacuna del mercado -incluso temporalmente- podría condenar a la vacuna de AstraZeneca-Oxford y empañar también el resto de las vacunas, dijo.

“Crea la percepción de que estas vacunas son peligrosas”, dijo. “La única forma de salir de esta pandemia es la vacunación, y si hacemos que la gente sea reacia a vacunarse, nos va a costar mucho salir de esta pandemia”.