Los analistas del Deutsche Bank estimaron recientemente que hasta 170,000 millones de dólares de la última ronda de pagos podrían fluir hacia el mercado de valores. Una encuesta reveló que los comerciantes de entre 25 y 34 años dijeron que esperaban poner la mitad de sus “stimmies”, un término popular para los cheques de estímulo, en acciones.
Por otra parte, el valor de los objetos de colección -como las mesas de café, el whisky y los Porsches, – se ha disparado. Esto se debe, en parte, a los ricos que han estado compitiendo entre sí en las subastas en línea.