Las venas que tenemos en las piernas son la parte del sistema circulatorio que permite que la sangre vuelva al corazón con contra de la gravedad.

En esta parte de nuestro cuerpo se dan dos sistemas de venas distintos:

El sistema venoso profundo: por donde circula el 90 % de la sangre venosa de las piernas.

El sistema venoso superficial donde circula el 10 % restante y está conformado por venas que poseen paredes menos gruesas.

La circulación está dispuesta para que la sangre fluya del sistema venoso superficial al profundo.

VARICES

Algunas veces y por diferentes motivos las venas no pueden hacer bien su trabajo y no hay suficiente fuerza para impulsar la sangre venosa del sistema profundo al corazón y se invierte el sentido del flujo y la sangre se ve derivada en mayor volumen hacia las venas del sistema superficial; a esto llamamos insuficiencia venosa. Al ocurrir esto, las venas superficiales se dilatan al no estar rodeadas de tejidos rígidos que impidan su expansión y se producen las VARICES.

Las várices son mucho más frecuentes en las mujeres que en los hombres y son motivo de consulta médica frecuente.

• Las causas son: sedentarismo, sobrepeso, embarazo, genética y en personas con profesiones que requieren permanecer de pie por mucho tiempo.
• Las varices se clasifican en diferentes grados, dependiendo del grosor que va desde arañas vasculares hasta várices importantes que afectan los troncos del sistema venoso superficial.
• Además de la manifestación estética, las várices presentan síntomas como pesadez en las piernas, picor, dolor, calambres y edema. El calor extremo favorece que las venas superficiales se dilaten, haciendo que empeoren los síntomas.

Para contrarrestar los efectos negativos de las várices, se pueden tomar los siguientes correctivos:

• Evitar el sedentarismo
• Evitar pasar mucho tiempo de pie
• Prescindir del uso de prendas ajustadas que dificulten el retorno venoso
• Evitar el sobrepeso y obesidad
• Utilizar zapatos cómodos con muy poco tacón
• Evitar la exposición solar
• Darse baños alternando agua fría con agua tibia
• Nadar
• Recibir masajes de drenaje linfático
• Elevar las piernas sobre el nivel del corazón durante 15 minutos 3 veces al día