Robert Redfield, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), declaró que cree que el virus causante del COVID-19 se liberó accidentalmente de un laboratorio en Wuhan, China.
No ofreció ninguna explicación para esta idea, aparte de decir que, como virólogo, no cree que el virus haya podido ser tan contagioso al saltar directamente de un animal a una persona. En cambio, sostiene que fue manipulado en un laboratorio de investigación de Wuhan para que fuera más contagioso y luego fue liberado accidentalmente por un trabajador en septiembre u octubre de 2019, unos meses antes de salir a la luz pública.
Varios científicos dijeron que la teoría de Redfield no pasó la prueba científica.
“Hay una diferencia fundamental entre tener una teoría y probar una teoría y mostrar pruebas de que tu teoría es un hecho”, dijo Paul Duprex, virólogo y director del centro de investigación de vacunas de la Universidad de Pittsburgh.