¿Tomará Biden un lugar junto a FDR y LBJ?

¿Tomará Biden un lugar junto a FDR y LBJ?

El presidente Joseph Robinette Biden acaba de desvelar la última medida en su intento de transformar la economía estadounidense para impulsar a los trabajadores estadounidenses en lugar de a los ricos. Su plan de infraestructuras de 2 billones de dólares sigue a un programa de rescate de Covid de 1.9 billones de dólares que se duplica como una apuesta para sacar a millones de estadounidenses de la pobreza, y pronto será seguido por una iniciativa de empleo que también podría alcanzar la marca del billón de dólares. Si logra que todo esto se convierta en ley, Biden reclamará un lugar en el panteón demócrata junto a Franklin Roosevelt y Lyndon Johnson, que utilizaron un vasto poder gubernamental para reorientar la economía y beneficiar a los pobres con sus programas New Deal y Great Society.

El Presidente se quejó, al presentar su plan en Pittsburgh -el tipo de ciudad de cuello azul que adora-, de que el 1% más rico vio aumentar su riqueza en 4 billones de dólares durante la pandemia, mientras millones de estadounidenses perdían sus empleos. “Esto demuestra lo distorsionada e injusta que se ha vuelto nuestra economía”, dijo Biden. “No siempre fue así. Es hora de cambiarlo”.

Biden quiere hacer algo más que reparar las carreteras, los puentes y los aeropuertos en mal estado de Estados Unidos. Propone 300,000 millones de dólares para impulsar la fabricación. Otros 400,000 millones de dólares financiarían los servicios de atención a los ancianos y discapacitados. Hay 100,000 millones de dólares para sustituir las tuberías de plomo del agua, construir nuevas escuelas públicas y conseguir que todos los ciudadanos tengan acceso a la banda ancha. Biden planea crear puestos de trabajo bien remunerados con un desembolso de 600,000 millones de dólares para carreteras, ferrocarriles y reparación de puentes. Y pretende pagar todo esto subiendo los tipos del impuesto de sociedades que Donald Trump recortó del 21% al 28% y con varios otros impuestos a las grandes empresas.

Será un gran esfuerzo conseguir que todo se apruebe en el Congreso. Es probable que los republicanos se opongan en masa al proyecto de ley por considerarlo demasiado costoso, mientras intentan negar al nuevo presidente demócrata otro triunfo político. El 50-50 del Senado es un obstáculo difícil y algunos demócratas ya se quejan de que otros 2 billones de dólares de gasto público no son suficientes.

Pero Biden apuesta por que, al igual que con su popular plan Covid, puede conseguir el apoyo incluso de algunos votantes republicanos fuera de Washington y convertir sus reformas de infraestructuras en ley a finales de verano.

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