El juego en los niños es una actividad que contribuye a su correcto desarrollo, y qué mejor que sean sus padres los que jueguen con él. Desde que nacen, los hijos reciben la atención de sus padres y los primeros juegos comienzan por cantarle canciones, leer libros de cuentos, acompañarlos en la piscina, ayudarlo a subir a los aparatos en el parque, etc.
A medida que crecen, los intereses de los niños van cambiando, por lo que se hace necesario modificar los juegos; pero siempre es importante jugar con tu hijo.
BENEFICIOS
- Los niños aprenden a través del juego valores como la tolerancia, el compartir, la imaginación y la felicidad. Jugar 15 minutos al día con ellos es suficiente para que obtengan los beneficios del juego padre-hijo.
- Por medio del juego, el niño aprende sobre comprensión y mejora la comunicación, lo que potencia su aprendizaje.
- El juego contribuye a mejorar la autoestima y las relaciones interfamiliares.
- Cuando juegas con tu hijo, estás ayudando a que aprenda a controlar sus emociones.
- Se incrementa la creatividad, la imaginación y la capacidad de concentración, lo que redunda en un mayor éxito escolar.
- Por último, jugar con tu hijo aumenta su felicidad.