Más de 100 días después de las primeras vacunaciones contra el Covid-19 en América Latina, la pandemia sigue resurgiendo peligrosamente en algunas zonas. La reciente batalla de la región contra el coronavirus sigue marcada por las disparidades, ya que algunos países se jactan de las tendencias positivas de la vacunación, mientras que los hospitales de las naciones vecinas se colapsan ante las oleadas de nuevos casos

Especialmente preocupantes son las elevadas tasas de mortalidad por Covid-1 en Brasil, Perú, Chile y Paraguay, una señal probable de que los sistemas de salud locales están siendo sobrepasados en su capacidad.

“La mortalidad aumenta cuando esto ocurre porque los pacientes tienen dificultades para encontrar la atención que necesitan, y los trabajadores sanitarios están sobrecargados al atender a demasiada gente a la vez”, dijo la semana pasada la Dra. Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.

Incluso en los países en los que se han implantado sólidamente las vacunas, el acceso equitativo a las vacunas que salvan vidas dista mucho de ser la norma, y a los funcionarios sanitarios de este país les preocupa que una nueva ola de la pandemia esté cobrando impulso a partir de nuevas variantes contagiosas y de un enfoque gubernamental demasiado relajado para imponer el distanciamiento social.