Ahora que el país ha alcanzado los tres millones de vacunas diarias, ¿cuál debería ser el nuevo objetivo?
En primer lugar, una distribución más equitativa de las vacunas sería más justa y salvaría más vidas, dicen los epidemiólogos. En muchas comunidades de bajos ingresos -de todas las razas, pero desproporcionadamente las negras y latinas- hay menos personas vacunadas que en las comunidades prósperas. Piénselo así: Muchas personas de bajo riesgo y acomodadas han recibido una o dos vacunas, mientras que muchas personas mayores de las comunidades más pobres aún no se han vacunado.
Una de las principales razones es la reticencia a la vacunación, que está disminuyendo pero sigue siendo un problema importante, especialmente entre los estadounidenses sin título universitario. Un segundo motivo es logístico: es más fácil que los profesionales dediquen tiempo a apuntarse a la vacuna -y luego a ir a vacunarse- que los trabajadores que cobran por horas. La solución, según muchos expertos, debería pasar por llevar más vacunas a las comunidades con bajas tasas de vacunación y facilitar la obtención de la misma.
La segunda parte de la respuesta es que tres millones de vacunas al día no serán impresionantes durante mucho tiempo. Cuatro millones será un objetivo más sensato dentro de unas semanas. ¿Por qué? Combinadas, Johnson & Johnson, Moderna y Pfizer suministrarán más de cuatro millones de vacunas al día esta primavera. No hay ninguna buena razón para que las vacunas languidezcan en el almacén cuando el mundo está en una carrera contra variantes más contagiosas y graves del virus.
Es posible que se produzca una oleada de vacunas en primavera en los Estados Unidos. Cuanto más rápido lleguen las vacunas a los brazos de la gente, más estadounidenses sobrevivirán a esta pandemia.