El presidente Biden calificó la violencia con armas de fuego en Estados Unidos como una “crisis de salud pública” y una “epidemia”.
Añadió que el número de tiroteos masivos en Estados Unidos es una “vergüenza internacional”.
Biden también se dirigió a los críticos de la reforma de las armas, diciendo que ninguna de sus acciones ejecutivas contradirá la Constitución.
“Nada, nada de lo que voy a recomendar afecta en modo alguno a la Segunda Enmienda. Son argumentos falsos que sugieren que están en juego los derechos de la Segunda Enmienda de lo que estamos hablando. Pero ninguna enmienda, ninguna enmienda a la Constitución es absoluta”, sentenció.