El presidente Joe Biden tomará el jueves sus primeras medidas en materia de control de armas, ordenando a su administración que endurezca las restricciones sobre las llamadas armas fantasma y los soportes estabilizadores de pistolas que permiten utilizar estas armas con mayor precisión.
Las medidas -que también incluyen el nombramiento de un defensor del control de armas para dirigir la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos- cumplen el compromiso que Biden asumió tras los dos tiroteos mortales del mes pasado de tomar inmediatamente medidas de “sentido común” para hacer frente a la violencia armada. La mañana del anuncio previsto también trajo la noticia de otro tiroteo masivo, esta vez en Carolina del Sur, donde un médico local y dos niños se encuentran entre los cinco muertos en una casa, según las autoridades.
Sin embargo, las acciones no llegan a ser las medidas de gran alcance que Biden prometió como candidato y que deben ser aprobadas por el Congreso, incluyendo la prohibición de las armas de asalto o la promulgación de controles de antecedentes universales. Altos funcionarios de la administración enmarcaron los próximos anuncios como pasos iniciales que serían seguidos por acciones adicionales más adelante, incluyendo la presión sobre los legisladores para actuar.