El tipo de relación que tengas con tu hijo depende de varias circunstancias como son el carácter, la edad, el nexo que tengas con su madre y hasta la relación con tu propio padre.
Como la imagen que tienes de figura paterna se crea a partir de la afinidad que tengas con tu progenitor durante la niñez y adolescencia, debes preguntarte si fue un padre presente y afectivo o un padre lejano y negativo.
Si no tuviste un buen ejemplo de padre, tal vez repitas ese modelo lo cual no es nada bueno o para intentar alejarte de este modelo te conviertas en un padre excesivamente complaciente.
Así que, para actuar por el lado medio e ideal, te recomendamos tener en cuenta que:
• El padre es un pilar importante en la formación de los valores de los hijos.
• Del padre se aprende el respeto por la autoridad.
• No puedes convertirte en el amigote de tu hijo porque eso sería renunciar a la responsabilidad de ser padre.
• Ser una guía de los valores y enseñarle a tu hijo lo que está bien y lo que está mal.
• Relaciónate con tu hijo de forma consciente y afectiva.
• Sin importar lo que hayas vivido como hijo, trata de perdonar a tu padre, eso es positivo para tu salud mental y el bienestar de tu hijo.