Un estudio masivo realizado durante la pandemia estima que a uno de cada tres supervivientes del COVID-19 se le diagnosticó una afección neurológica o psiquiátrica en los seis meses siguientes a la infección.
El estudio, publicado en la revista The Lancet Psychiatry, utilizó más de 230,000 historiales médicos electrónicos de pacientes con COVID-19, en su mayoría de Estados Unidos, para analizar 14 trastornos cerebrales y mentales diferentes.
El 34% de los supervivientes fueron diagnosticados con al menos una de estas afecciones, siendo el 13% de estas personas su primer diagnóstico neurológico o psiquiátrico registrado. Los diagnósticos de salud mental fueron los más comunes entre los pacientes, con un 17% de diagnósticos de ansiedad y un 14% de diagnósticos de trastornos del estado de ánimo.
Aunque los diagnósticos neurológicos eran más infrecuentes, eran más frecuentes en los pacientes que habían estado gravemente enfermos durante una infección por COVID-19. Por ejemplo, el 7% de los pacientes que ingresaron en cuidados intensivos sufrieron un derrame cerebral y el 2% fueron diagnosticados de demencia.