La mayor preocupación sobre un retraso entre las vacunas es que puede permitir que se desarrolle una nueva variante en las personas mientras esperan su segunda vacuna cuando todavía no tienen una protección completa. El Dr. Anthony Fauci, el principal asesor de la administración Biden, se opone a un retraso más prolongado en gran medida por esta posibilidad.

Pero sigue siendo sólo una posibilidad teórica, como lo ha señalado la Dra. Catherine Schuster-Bruce, escritora británica especializada en salud. No hay datos que demuestren que es más probable que se desarrollen variantes en personas que han recibido una sola vacuna, como tampoco hay datos que demuestren que un intervalo de tres o cuatro semanas entre las vacunas sea lo ideal.

Hay pruebas en el mundo real -en Gran Bretaña- que demuestran los grandes beneficios de maximizar el número de personas que reciben una sola vacuna.

En la actualidad, Gran Bretaña y Estados Unidos han administrado un número similar de vacunas per cápita. La diferencia es que Gran Bretaña ha retrasado deliberadamente las segundas vacunas hasta 12 semanas, y los resultados son impresionantes.

A pesar de ser el país donde se detectó por primera vez la variante B.1.1.7, Gran Bretaña tiene ahora la pandemia mejor controlada que Estados Unidos. Tanto los casos como las muertes han descendido de forma más acusada, lo que pone de manifiesto el poder de una única dosis de vacuna. “Los niveles de anticuerpos tras la primera inyección quedan por las nubes”, dijo el Dr. Robert Wachter, de la Universidad de California en San Francisco.