El Día de la Tierra 2021 llega en un momento tumultuoso. COVID-19 ha cambiado nuestras vidas. El número de infecciones sigue aumentando en todo el mundo y países enteros se están refugiando en su lugar.
Por precaución, muchos mantienen distancia física entre sí. Pero por compasión, muchos están ayudando de cualquier manera que pueden: manteniéndose conectados por teléfono o Internet con aquellos que se sienten solos; coser máscaras para trabajadores sanitarios desesperados; hacer donaciones a grupos que ayudan a migrantes y personas sin hogar; impulsando políticas que protejan a los miembros de la sociedad con ingresos más bajos.
Si alguna vez hubo un momento en el que la humanidad debería finalmente reconocer que pertenecemos a una familia conectada en la Tierra, este debería ser. Compartimos un solo planeta, bebemos de la misma agua y respiramos el mismo aire.
Así que, ya sea en casa o en el hospital, o trabajando en el frente, todos estamos haciendo nuestra parte para enfrentar juntos a un enemigo común. Cuando finalmente COVID-19 esté detrás de nosotros, en lugar de volver a la vida normal, debemos aferrarnos a estas lecciones en la lucha contra el cambio climático.
A continuación, te presentamos 3 lecciones que la pandemia de coronavirus puede enseñarnos sobre nuestra respuesta al cambio climático.
1. La ciencia importa
Podemos salvar vidas mediante la financiación, el acceso y la comprensión de la mejor ciencia disponible. La ciencia sobre el cambio climático ha sido clara durante décadas, pero no hemos podido comunicar el peligro al público, lo que ha llevado a una acción lenta y a una negación generalizada de los hechos.
2. La forma en que tratamos el mundo natural afecta nuestro bienestar
La pérdida de hábitat y biodiversidad crea las condiciones para que nuevos virus y enfermedades letales como el COVID-19 se propaguen a las comunidades humanas. Y si continuamos destruyendo nuestras tierras, también agotamos nuestros recursos y dañamos nuestros sistemas agrícolas.
3. Cuanto antes nos movilicemos para la acción, menos sufrimiento habrá
Una acción rápida y drástica puede aplanar la curva del coronavirus y liberar recursos de atención médica, reduciendo las tasas de mortalidad. Del mismo modo, una acción drástica sobre el cambio climático podría reducir la escasez de alimentos y agua, los desastres naturales y el aumento del nivel del mar, protegiendo a innumerables personas y comunidades.