Se ha comprobado que solo en dos minutos ya somos capaces de contagiar a los demás de nuestras expresiones faciales.

Es por esto, que debes ser muy cuidadosa con las expresiones y estados de ánimo que tus hijos ven de ti, ya que ellos se contagian de ellos.

Si un niño expresa felicidad, con toda seguridad su madre también lo está expresando, ya que se forma un lazo de complicidad entre los dos.

La cara de un niño no miente, la cara de un niño nos habla de cómo se siente en ese momento.

Se sabe que a partir de los tres meses los bebés pueden imitar los gestos de los adultos que están a su alrededor.

Los niños tienen esa gran capacidad de leer las caras e interpretarlas, además, que son emocionalmente transparentes y en sus caras se reflejan también las emociones de sus padres.

Un estudio realizado por la Universidad de Tennessee, encontró que el 95 % de las risas de los niños se dan cuando están acompañados de otras personas y el 5 % cuando están solos.

Sabiendo esto, debes ser consciente de tus expresiones faciales cuando estás con tu hijos, ya que eso se reflejará en ellos.