La Universidad de California y la Universidad Estatal de California han anunciado que exigirán la vacunación contra la COVID-19 a todos los estudiantes, profesores y personal de los campus este otoño, una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos dé su aprobación formal a las vacunas y los suministros estén suficientemente disponibles.

La directiva es la mayor de este tipo en la enseñanza superior estadounidense, y afecta a más de un millón de miembros de los dos sistemas universitarios públicos. Más de cinco docenas de universidades de todo el país ya han anunciado que exigirán la vacunación para matricularse este otoño, entre ellas Yale, Princeton, Columbia y, en Claremont, Pomona y Claremont McKenna.

Pero los sistemas de la UC y Cal State no han dado aún ese paso debido a las dudas sobre la legalidad de exigir vacunas antes de que hayan sido aprobadas formalmente por la FDA. En la actualidad, las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna se distribuyen bajo autorización de uso de emergencia, aunque los expertos en salud esperan la aprobación completa de al menos una de ellas para el otoño.

La directiva COVID-19 permitiría a los estudiantes o empleados solicitar una exención basada en motivos médicos o religiosos. Los requisitos actuales de la UC para las vacunas contra enfermedades como el sarampión, las paperas, la rubeola y la varicela permiten exenciones médicas.