Doscientos millones de vacunas en los primeros 100 días del presidente Joe Biden, cuando inicialmente sólo se habían prometido 100 millones. Este es el mayor y más orgulloso logro del presidente hasta ahora. Supone una coordinación masiva y eficaz con los estados, las farmacias y los centros de vacunación temporales de todo el país. Ahora, el 50% de los adultos estadounidenses han recibido al menos una inyección de la vacuna contra el COVID, y la tasa de mortalidad por COVID entre nuestros mayores (el 80% ha recibido al menos una inyección), ha descendido drásticamente. Se trata de un logro heroico que, de seguir así, acabará con la pandemia.

Dado que el ritmo de vacunación debe superar el ritmo de propagación de las variantes más fácilmente transmisibles que están surgiendo, especialmente la B117 del Reino Unido que ha empezado a predominar, es muy importante que continúe este impresionante ritmo de vacunación (cerca de 3 millones de dosis al día).

El presidente acierta al proporcionar créditos fiscales a las pequeñas empresas para que los trabajadores tengan tiempo libre pagado para vacunarse. Este es un paso pequeño pero importante en la dirección de un mayor cumplimiento de las vacunas. Un paso mayor es la implicación de más grupos eclesiásticos y médicos y enfermeras locales para ayudar a superar las dudas.