Ya sabemos que el coronavirus se contagia a través de gotas respiratorias que se generan al hablar, toser o estornudar.
Contar con una buena ventilación del lugar donde permanecemos es fundamental para evitar la propagación del virus.
Una buena ventilación se logra así:
1. Identificar el tipo de ventilación en cada lugar, por ejemplo: natural, mecánica o una combinación de estas dos.
2. Evaluar (de acuerdo con el aforo permitido) si esta ventilación es suficiente para alcanzar los valores recomendados.
3. Cuando no es suficiente, realizar los siguientes ajustes:
• Modificar la ventilación
• Complementar la ventilación
• Modificar los horarios o el aforo
• Comprobar que los ajustes realizados garantizan las renovaciones del aire recomendados
• Elaborar instrucciones de ventilación forzada y/o natural para el personal que trabaja en el lugar
• Cumplir con todos los protocoles de ventilación