Rachel Moore no puede evitar sentirse emocionada.

El calendario de eventos de The Music Center, un centro de artes escénicas de Los Ángeles que ella dirige, llevaba meses en blanco. Pero ahora se está llenando poco a poco con ballets, espectáculos de danza y óperas.

Después de un año con las restricciones más fuertes de la nación, la tasa de casos de coronavirus en California ha caído hasta situarse entre las más bajas de EE.UU. Ahora el estado planea reabrir por completo a mediados de junio. Los californianos y los líderes del estado están celebrando el bajo nivel de infecciones y el plan de reapertura, y el gobernador Gavin Newsom lo promociona en Twitter mientras recorre el estado.

Los negocios que se han visto obstaculizados por las restricciones durante un año o más están viendo cómo se flexibilizan las regulaciones, algunos deportes al aire libre se han reanudado y los parques temáticos, incluyendo Disneyland, han reabierto para los huéspedes entusiasmados.

Muchos, como Moore, están ansiosos por dar la bienvenida a la normalidad, con la esperanza de recuperarse de las graves pérdidas financieras derivadas de los cierres por la pandemia.

Los críticos de la estrategia de California dicen que el enfoque del estado hizo un trabajo más eficaz para aplastar la economía que para aplastar el virus.

Dustin Lancaster, que dirige una docena de restaurantes y hoteles en la ciudad de Los Ángeles, dijo que siente una sensación de alivio al saber que el estado está reabriendo, pero que es difícil mirar atrás y no guardar cierto resentimiento y cuestionar las decisiones tomadas por los líderes elegidos.