La economía estadounidense sólo añadió 266,000 puestos de trabajo en abril, en el aniversario de la peor pérdida de empleo de todos los meses registrados.
Esta cifra fue muy inferior a las previsiones de los economistas, que habían pronosticado que Estados Unidos añadiría un millón de puestos de trabajo el mes pasado.
La tasa de desempleo subió al 6.1% en abril, frente al 6% del mes anterior.
Fue la mejora más lenta para el empleo desde enero. Los expertos preveían que la puesta en marcha de la vacuna y la reapertura de la economía impulsarían la contratación. Pero las cifras de empleo de abril muestran que el camino hacia la recuperación de la pandemia sigue siendo accidentado.
El mercado laboral no está volviendo a ser lo que era antes de Covid-19. Las dislocaciones en diferentes sectores y grupos demográficos de trabajadores han sido demasiado grandes para recuperarse mientras el Covid-19 sigue infectando a decenas de miles de personas cada día.
Los trabajadores con menores ingresos, las mujeres, los hispanos y los negros se llevaron la peor parte de los despidos de la pandemia y millones de personas siguen sin trabajo. Sin embargo, algunas industrias no pueden encontrar trabajadores. Puede parecer contradictorio, pero el mercado laboral está cambiando, dejando a muchos trabajadores sin trabajo de forma permanente.
Los sectores de la hostelería, el ocio y los viajes siguen reconstruyéndose después de cerrar por completo el año pasado. Mientras tanto, las fábricas y los fabricantes tienen problemas para encontrar trabajadores especializados e incluso de nivel básico, ya que los empleados temen que esos puestos de trabajo puedan ser enviados al extranjero o sustituidos por robots.