El hígado es un órgano de mucha importancia para el funcionamiento de nuestro organismo: trabaja como un filtro de la sangre, produce hormonas, conserva energía y produce sustancias que favorecen la digestión.

Desafortunadamente, en algunos casos las personas no se percatan de que este órgano está fallando. Por ejemplo, la hepatitis C, es llamada la “epidemia silenciosa” porque cuando se notan los síntomas la enfermedad ya se ha convertido en una cirrosis, que puede terminar en un cáncer de hígado y necesitar un trasplante.

Los pacientes obesos pueden presentar hígado graso.

Es necesario estar atentos a la buena salud del hígado. Aquí te mostramos algunos síntomas de que el hígado no está funcionando bien:

DOLOR

Se presenta una sensación molesta de hinchazón combinada con un fuerte dolor en la zona superior del abdomen.

OJOS AMARILLOS

Cuando el cuerpo descompone glóbulos, se crea una sustancia amarilla llamada bilirrubina. Si el hígado está funcionando bien, no tiene problema para desechar este componente, pero si está fallando, la bilirrubina permanece en la sangre. Esta condición se llama ictericia y le da un aspecto amarillento a los ojos y a la piel.

DOLOR ARTICULAR

Se puede presentar artritis con náuseas, vómitos, fatiga y falta de apetito; el causante puede ser el hígado. Generalmente, estos síntomas corresponden a la hepatitis autoinmune, que provoca que el sistema inmunológico ataque las células y tejidos del hígado.

MANCHAS

El hígado limpia y desintoxica la sangre; pero, si no puede hacerlo, aparecen manchas en la superficie de la piel, principalmente en pecho y espalda.