La caspa es una afección que es totalmente tratable y evitable. Si tienes caspa, posiblemente tengas algunos de estos hábitos:
MUCHO CHAMPÚ
No debes usar champú todos los días; la función del champú consiste en eliminar el exceso de aceite, suciedad y restos de otros productos capilares. Si solamente te enjuagas el cabello, la mayoría de estas cosas se limpiarán. Y para mantener el cabello limpio, basta con lavarlo con champú cada 2 o 3 días.
Si insistes en usar champú todos los días, tu cabello y cuello cabelludo se resecarán privándose de los aceites naturales que lo mantienen fuerte, consiguiendo que la piel se descame el pelo se vea opaco.
POCO CHAMPÚ
Si por el contrario, no usas suficiente champú, la suciedad asfixiará las células sanas del cuero cabelludo y los folículos capilares. Con esto solo consigues que la piel se descame y el pelo se engrase.
ACONDICIONADOR
El cabello debe acondicionarse todos los días, sin importar si usas champú o no. Este funciona como hidratante para el cabello y cuero cabelludo.
PROTECCIÓN SOLAR
El cuero cabelludo se quema con el sol igual que la piel del cuerpo. En el mercado se encuentran protectores solares especiales para el pelo, que resguardan el cuero cabelludo del daño de los rayos UV.
OTROS SÍNTOMAS
Cuando tienes una caspa persistente, esto se puede deber a un problema más serio, por ejemplo, una infección de hongos o una dermatitis seborreica.
Si los tratamientos antes recomendados no funcionan, visita a un dermatólogo para que te de un tratamiento especializado para la caspa.