La idea de vacunarse llevaba semanas rondando por la cabeza de Tyler Morsch. A sus 28 años, no se sentía en especial peligro, pero finalmente decidió que debía empezar a buscar una clínica de vacunación de Covid-19 esta semana. Entonces escuchó las palabras mágicas.

“Cerveza gratis”, dijo.

El sábado fue el primer día en que el condado de Erie colaboró con una microcervecería local para organizar su programa Shot and a Chaser, que ofrece a las personas que reciben su primera dosis de la vacuna Covid-19 en la Resurgence Brewing Company un vaso de cerveza gratis y un cupón para la bebida que elija la persona vacunada.

En circunstancias normales, sería más que extraño que una cervecería acogiera una clínica de vacunación a la sombra de tanques de fermentación de 1,000 galones, con una pared de ladrillo que separa un bullicioso servicio de bar de los profesionales sanitarios que manejan jeringuillas llenas de la vacuna Moderna. Pero no son tiempos normales.

“Teniendo en cuenta el mundo en el que vivimos ahora, no es tan raro”, dijo Ben Kestner, director de operaciones de la cervecería Resurgence.

El ejecutivo del condado, Mark Poloncarz, que se tomaba su propia bebida con una mano mientras dirigía a los receptores de las vacunas a la mesa abierta con la otra, se alegró de que el primer esfuerzo de Shot and a Chaser del condado fuera tan bien. Antes de que comenzaran las vacunaciones a las 11 de la mañana, había una cola que salía por la puerta.