Después de las festividades o de las vacaciones nos preocupamos mucho por los kilos que ganamos debido a los excesos en la comida y bebida; esto nos lleva a obsesionarnos por bajar de peso, así que recurrimos a una dieta rápida que solucione a corto plazo nuestra necesidad, pero después de unos días se puede convertir en un problema.
Bajar de peso debe ser algo planificado, ya que puede traernos problemas de salud.
Los regímenes alimenticios cuando son muy hipocalóricos, nos ocasionan un desequilibrio en la alimentación y fomenta los desórdenes tanto físicos como psicológicos.
A continuación, te mostramos algunos motivos por los que NO debes hacer dietas rápidas:
• Las dietas rápidas hacen que bajes de peso de forma desmedida, que puede ser lo que buscamos, pero no son saludables, ya que producen el efecto rebote que consiste en recuperar los kilos perdidos en poco tiempo. Ese efecto yo-yo de las dietas rápidas y milagrosas trae consecuencias negativas para la salud metabólica.
• Las dietas muy restrictivas e hipocalóricas hacen que no consumamos una gran cantidad de alimentos que aportan nutrientes necesarios para una buena salud.
Al hacer una dieta rápida podemos sentir mareos, desmayos y dolores de cabeza, ya que el organismo no está funcionando correctamente.
Todos los grupos de alimentos son necesarios, así que un buen plan alimentario no se basa en eliminar el consumo de ciertos alimentos sino de saber cuándo, cuánto y cómo consumirlos.
• Una dieta rápida hace que tengamos un bajo aporte de vitaminas y minerales, que pueden desencadenar debilitamiento en el sistema inmunitario, favoreciendo la aparición de enfermedades, pérdida de masa muscular y densidad ósea. Además, la piel se verá reseca y sin luminosidad.
