A medida que envejecemos la capacidad de sudar disminuye porque las glándulas sudoríparas envejecen y se deterioran; esto dificulta la regulación de la temperatura y disminuye la capacidad para enfriar el cuerpo.

Por este motivo, los adultos mayores requieren de atención en las épocas de calor ya que pueden sufrir golpes de calor.

En las mujeres, la menopausia provoca muchos cambios hormonales que originan los bochornos y sudan mucho.

Los adultos mayores, por sudar menos, requieren usar antitranspirantes especiales para pieles delicadas y sensibles, además que sean suaves e hidratantes.