Un año después de la aparición del Covid-19 empezamos a notar gran cantidad de daños colaterales de los que todavía no se dimensiona el alcance.
Han hecho presencia notable los trastornos alimenticios y según Alba Muñoz, psicóloga especializada en TCA del hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar: . “Esta situación de incertidumbre, ambigüedad, junto a un entorno volátil e información cambiante, ha hecho que las consultas sobre Trastornos Alimentarios se hayan visto aumentadas hasta en un 30% más que el año pasado en las mismas fechas”.
Los Trastornos de Conductas Alimentarias (TAC) son enfermedades que provocan graves secuelas en la salud física de la persona afectada además de las secuencias psicológicas y psíquicas.
Estos trastornos se catalogan en tres tipologías: anorexia, bulimia y trastorno por atracón.
Aunque los TAC empiezan a manifestarse entre los 11 y 24 años, cada vez se están presentando en edades menores.
SÍNTOMASA DE ALERTA DE LOS TAC
- Obsesión por el peso y la comida
- Aislamiento social
- Distorsión de la imagen corporal
- Modificación de hábitos alimenticios
- Irritabilidad
- Conductas compensatorias, como son el uso de diuréticos, laxantes, ayunos, vómitos, etc.
- Práctica obsesiva de actividad física
- Utilización de ropa ancha
La psicóloga Alba Muñoz explica:
“La detección temprana mejora el pronóstico y es muy importante intervenir con programa especiales en los que se tiene en cuenta la realidad personal de cada paciente. A partir de esta visión personalizada de la enfermedad, diseña un plan específico”.