Cuando una pareja decide casarse o irse a vivir juntos se piensa en que van a construir un nido de amor solamente para los dos. Con el transcurso del tiempo comienzan a aparecer roces que son normales y que se solucionan mediante la comunicación y el respeto.

Pero, nadie piensa que, en algún momento de la relación, van a terminar viviendo con uno de los suegros o con los dos.

Sin embargo, por circunstancias ajenas a la voluntad de las personas, la suegra termina viviendo en nuestra casa o nosotros en la casa de ella. Motivos hay muchos: económicos, de salud, costumbres, etc.

¿Qué pasa cuando vivimos con la suegra?

Es posible que los momentos de intimidad se reduzcan y esto puede afectar la relación.

También, puede ocurrir que alguno de los miembros de la pareja necesite privacidad o independencia y no puedan tenerlo, lo que también afecta la relación.

Sin embargo, no todo es malo; los humanos somos seres que tenemos la capacidad de adaptarnos a la mayoría de las circunstancias y eso incluye la convivencia con la suegra.

También, el hecho de vivir con la suegra trae algunos beneficios como, por ejemplo, ahorrar dinero en caso de que ella también aporte; si trabajas, ella puede hacerse cargo de los niños mientras no estás en casa, puede ayudarte en la cocina y limpiando la casa, etc.

Lo importante es que todos pongan de su parte para adaptarse a las circunstancias y poder vivir en armonía. También, debe de tener presente:

Límites

Antes de irse a vivir juntos, es necesario hablar con la pareja, establecer reglas básicas para todos. Asignar labores domésticas de acuerdo con las capacidades de cada uno.

También pueden acordar con tu suegra, que ustedes como pareja puedan tener tiempo para estar solos y lo mismo para ella.

Se deben crear pautas para que todos vivan en armonía y comodidad.

Discusiones

Si por alguna circunstancia vives con la familia de tu pareja y presencias discusiones entre ellos, se hace necesario que permanezcas al margen de estas.

Si las peleas y discusiones te alteran, lo mejor aislarse en otra habitación para calmarte.