En Inglaterra, Kishon Roberts se pasa el día comprobando en Twitter las actualizaciones de la política y enviando correos electrónicos a la Embajada de Estados Unidos en Londres para conocer el estado de una solicitud de visado que es clave para su trabajo de consejera de campamento este verano en Estados Unidos.

A dos horas al norte de la ciudad de Nueva York, el campamento Pontiac, donde Roberts podría trabajar, se prepara para abrir el 26 de junio.

No está claro si Roberts, de 18 años, llegará a tiempo. Y a algunos líderes de campamentos les preocupa no poder ofrecer una gama completa de programas para jóvenes debido a la escasez de personal extranjero de temporada este año.

Los campamentos de verano estadounidenses se enfrentan a la misma escasez de personal que afecta a otros empleadores que buscan trabajadores con salarios más bajos. Muchos campamentos dependen de trabajadores extranjeros que vienen con visados temporales de intercambio cultural. Debido a los retrasos en la tramitación y a la prohibición de viajar a ciertos países relacionada con el COVID-19, esos trabajadores no están llegando.